El mar se observa a sí mismo:
Todo ese tembladeral
de agua y espuma
La entrega vacía
de sus huesos
Estoy desnudo, se dice
no tengo entrañas
Todo mi cuerpo
expuesto a la lluvia
Trago y devuelvo
perdí la cuenta de mis tempestades
Soy el fuego apagado
el devenir del paisaje
el horizonte
es mi enemigo
aunque no exista.
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